Allá donde se cruzan los caminos, donde el mar no se puede concebir, donde regresa siempre el fugitivo, pongamos que hablo de Madrid.
Donde el deseo viaja en ascensores un agujero queda para mí que me dejo la vida en sus rincones, pongamos que hablo de Madrid.
Las niñas ya no quieren ser princesas, los pájaros visitan al psiquiatra, las estrellas se olvidan de salir, el sol es una estufa de butano, la vida un metro a punto de partir, pongamos que hablo de Madrid.
Cuando la muerte venga a visitarme no me despiertes, déjame dormir, aquí he vivido, aquí quiero quedarme, pongamos que hablo de Madrid.
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